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El periódico Acontecer llegó a la edición 1000

Para mis amigos muertos que hicieron este periódico
periodistaPor Juan Pablo García Vallejo
Ecatepec, Edomex. (Periodismo).- El semanario Acontecer. Por un periodismo profesional, llegó a la edición 1000 lo cual es para mí algo importante y espero que también para los reporteros que aún trabajan ahí.
El periodismo regional o local, también llamada prensa chica, provinciana tiene una tradición centenaria en el Estado de México, desde que el padre Coss fundara el Ilustrador Americano en Sultepec, aunque no se ha quitado de encima la perversa dependencia del poder Estatal y municipal.
Ahora el periodismo ya no se ve desde el centro del país sino desde las regiones, eso en algo a cambiado la forma de hacer periodismo en el Estado de México. En 1985, un intrépido grupo de estudiantes de la ENEP Acatlán de la UNAM, se lanzaron a crear un semanario en el municipio de Ecatepec de Morelos, Estado de México, donde imperaba una tradición de corrupción bastante grande y un desprestigio hacia los periodistas en general. Esta sola idea de hacer un periódico espantó bastante a sus maestros cursis.
El periodismo es una empresa de larga duración: nace, crece, adquiere su personalidad, su propia línea editorial, cambia de periodicidad, de personal y también tiene sus épocas de auge, de crisis, de estancamiento económico lo que afecta el nivel de vida de los reporteros y demás trabajadores. Siempre los bajos salarios los someten al régimen del chayote vil, que no es una verdura sino algo muy espinoso.
Ya en otras ocasiones he escrito sobre el mito fundacional de esta publicación y sus integrantes, por eso no me detendré en ello, ahora quiero decirles algunas cosas nuevas. Acontecer fue al inicio un periódico innovador porque fue hecho por periodistas universitarios y algunos periodistas empíricos, no por los tradicionales y perversos coyotes con sus pieles quemadas por el sol y sus lentes oscuros de baratillo, que en realidad utilizan el periodismo para extorsionar a funcionarios públicos y políticos.
Es el único proyecto de la ENEP Acatlán que sigue vivo, lo demás son juegos de estudiantes sin mayor pretensión, y su redacción ha sido escuela para muchos estudiantes también egresados de Acatlán. Y contradice muchos prejuicios de maestros dinosauricos que nunca han pisado una redacción y si son proclives de vivir de la corrupción.
Como el emitido por la investigadora alemana Karin Bohmann que en 1986 dice que en la periferia de la ciudad de México no se lee, que la gente no tiene dinero para comprarlo. Esta investigadora se va con la finta de que sólo importan en México los periódicos dizque nacionales porque son metropolitanos y con una falta de lectores muy inmensa debido a su bajo tiraje.
Con Acontecer se inicia la segunda oleada de periodismo local en el Estado de México, más particularmente en los municipios conurbados al DF. No está por demás señalar que el origen del periodismo regional se dió en las colonias del ex Vaso de Texcoco, en la década de 1950, porque según la sociología donde hay urbanización existe la necesidad de información. Ahí apareció el periodismo digamos comunal, en lo que sería en 1963, el municipio de Neza.
Es necesario decir que Acontecer no fue el primer periódico regional de Ecatepec, sino que ya estaba La Voz de Ecatepec que todavía circula y otros que han aparecido.
Sin temor alguno puedo decir que Acontecer fue un periódico innovador en la prensa regional porque integró desde el inicio una sección cultural, La Tinta Suelta, creada por mis amigos Jaime Eduardo García y el licenciado Odilón Alvarado Montiel, que por causas de su respectivo matrimonio y las necesidades económicas imperantes que esto implica dejaron de trabajar en esta publicación para busca de mejores oportunidades económicas.
Otros periódicos han abierto páginas a la cultura pero creen que la cultura es lo que pasa en los palenques, en los tables dance o la cultura de la combi y cosas por el estilo, si es cultura pero de muy baja energía, no es ilustradora, es enajenadora y evasiva.
Para nadie es desconocido que el prestigio de Acontecer entre la caterva de periódicos regionales en el Estado de México, cerca de 300, se lo debe al suplemento cultural La Tinta Suelta que pase a coordinar desde esos años. Y desde luego a todos sus colaboradores principalmente poetas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y los sagaces fotógrafos de desnudos eróticos Fernando García Álvarez y Guillermo H. Vera, por las cuales nos iba a excomulgar el Vaticano o los cuentos de escritores irreverentes que nos hicieron perder algunos lectores y ganar muchos otros, poetas mexicanos y extranjero, etc.
No había semana que no me dijeran que a los lectores les gustaba mucho el suplemento y no las noticias aburridas de los políticos mediocres. Y de eso se trataba el suplemento ser una ventana al mundo para ilustrar a los lectores, no para desinformarlos.
Uno de sus logros es haber analizado el oficio del periodista regional y la historia del periodismo, una reflexión ausente en casi toda la prensa mexiquense, como si ya lo supieran todo o por falta de conocimiento no lo divulgan y menos lo reflexionan, y como decía el maestro Manuel Buendía: un periodista que diga que ya está formado es un periodista que está cavando su propia tumba y también recomendaba no trabajar en un periódico del montón.
La mejor época del Acontecer fue a inicios de los años 1990, cuando construye sus propias instalaciones: taller de impresión, redacción, etc. y queda como subdirector Carlos Rivera, y digo que es la mejor época simplemente porque lográbamos sacar el Acontecer el lunes y el jueves, o sea, bisemanalmente. Nunca se logró cumplir la utopía de los periodistas universitarios de consolidar un diario, estaban muy verdes mis amigos o mejor dicho eran unos indisciplinados y además faltaba organización.
Para hacer un diario se necesita más que la voluntad, se necesita conocimiento. Y buenos salarios. Además Acontecer tenía su taller donde realizaba la maquila de más de 50 periódicos locales, un recurso cuasi mágico para la sobrevivencia de este semanario porque de ahí se cubrían muchas necesidades de los insumos que se necesitan para la fabricación de un periódico: papel, tinta, trabajo, etc.
En el aspecto periodístico cabe destacar el trabajo del periodista en rebeldía, Adán Ataide Sánchez por no circunscribirse a  hacer un periodismo palaciego, cortesano o lacayuno como lo hacen todos los corresponsales de los periódicos metropolitanos. Su trabajo como el de  muchos nunca ha sido reconocido.
Luego del fallecimiento del director José Mario Flores, Acontecer comenzó una etapa de crisis permanente a pesar de los esfuerzos de los periodistas y corresponsales por no dejarlo morir. Desde entonces vive un estancamiento bastante grave en cuanto a la diversidad de su información y en la calidad de las ediciones, porque carece de jefe de información, de correctores, etc. Sirvan estas pequeñas reflexiones nunca antes publicadas sobre este semanario que llegó a su edición 1000, lo que nos da mucho gusto a los que nos ha costado toda una vida seguir manteniéndolo.